¡¡Holaaaaa corazonesssssss!!
Soy la “Receta Elecrónica”:
la chica de moda en la Atención Primaria logroñesa. Estarse tranquilos, campeones, que en “cero coma” me extenderé por
toda la Rioja, la especializada, PACs de urgencias inclusive: espero que os pongáis
vuestras mejores galas.
¡Ah! Y en el resto de España,
ya os veo los ojitos, salados!! Que sepáis que le gusto al Ministerio de Salud,
le gusto mucho, así que a remojar barbitassss, darlings!!!
Ya he pasado por otros
servicios, Navarra, Asturias,.... y soy lo más de lo más, todos superfelices conmigo,
más que si les hubieran devuelto “los moscosos”.
Vaale, todos menos las ancestras: las recetas en papel, que se
van a extinguir ya para ayer...
¡¡¡Bueno, bueno, bueno!!!
Os cuento mi vida:
Antiguamente, me hacían las
enfermeras, cuando eran secretarias de los médicos, a bolígrafo, con esas
letras tan cuquis y primorosas, todo
tan puestito, cada cosa en su sitio… como dice el niño de la Pantoja : “así soy yo….”
Luego, algunas de esas
enfermeras, intentaron hacer ver que no era esa su función, ni la de secretaria,
ni la de prescribir.
El caso, es que, los pobres
médicos, se quedaron sin “personal assistant”,
pero les pusieron un ordenador, y les dijeron, pues ahora hacéis las recetas
por aquí. Cayeron muchos teclados y pantallas por el camino, Santa Tecla los
guarde en su regazo. Se llegó a contar que un mando intermedio se hizo hasta un
torniquete con un ratón…. Y nació la “receta por ordenador”: mi madre. Las
sacaban, médicos y enfermeras, semilibres, pero no del todo, pardiez!! con sus
ordenadores, en unos papeles tamaño folio, verdes y rojas, luego color vino de
Rioja, muy patrio todo….
Y resulta, que parece que
ahora se han caído de un guindo algunos, han tirado a otros, de por las altas
esferas: y han puesto “negro sobre blanco” que las enfermeras, hoy por hoy no
prescriben….conozco a unas cuantas de esas enfermeras, como podréis comprender
por mis antecedentes, y algunas están fascinadas con esto, otras negras, como
siempre, no hay consenso….
Y yo como los jipis, liberada
perdida. Ya sin ropa (sin formato papel) campo en porretas por el ancho mundo
virtual…
Y yo como las niñas de papá,
atada corto, con todas las medidas de seguridad del mundo mundial, para que
sólo me puedan leer los “personajes” justos, sanitarios y farmacéuticos, pero
“tocarme”, lo que se dice tocarme (aquí imagine el lector a la receta
estirándose las puntillas), sólo me toca el médico, nadie más. Es mi chico, ea!
Se mira, pero no se toca, no,
no, no!!!
Ya sólo dependo de él, que me
nace, me crece, me reproduce y me muere. Hasta me puede modificar si le brota,
pero luego yo, me las piro por el aire enredado, por los internetes, hasta los ordenadores de las farmacias, que están
siempre dispuestos para mí, para ser dispensada a esos señores y señoras
pacientes que luego me recogen cuando me “reencarno” en fármaco, y así para
toda una vida (entre medio año y un año, más que una mariposa, oish!)
Me he divorciado de las
enfermeras y enfermeros, que ya no me controlan…. Bueno…. Vaaaaleee…pueden ver
por el “Jodío ordenador” cómo debo ser tomada, si soy dispensada, si el
farmacéutico ha cambiado el “formato reencarnado” o si el paciente me ha tomado
cuando debía…. Pero nada más.
No se por qué la enfermera
dice que con eso va que chuta y que ya era hora y no se que más tontadas… a
veces no les entiendo a estos romanos.
El médico dice que, en cuanto
esto se normalice, como si yo no fuese normal, que se acabaron los “poyake” (po
ya ke vengo, me pida un analís) y los “la he perdido” (porque ya no me pierdo,
ni me rompo, amiguitos) que se va a desatascar la consulta… supongo que la
consulta será una señora muy estreñida, pero yo no tengo tanto poder laxante,
me temo….
Los gestores dicen que así
ahorraremos, al menos papel sí, un puñao, viva los árboles vivos y tal…
Y los pacientes sólo tendrán
que hacer la visita a la farmacia, si son crónicos, o una al médico y otra a la
farmacia, si son agudos.
Sólo una cosa, sin la tarjeta
sanitaria- es como mi nanny- no salgo. Así que llegan los pacientes, como
árbitros de fútbol a las farmacias: Dame los pañalessss!!!!
Dicen que un señorito, intentó conseguir un omeprazol con la fámily
card de Ikea, le dieron un aplauso por mañoso, pero se volvió a casa sin las
pastillas….
En fin, que tengo algo de
prisa, que me reclaman todo el rato… un besito y lo dicho, ¿eh?
Nos vemossssss corazonesssssss
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