Querido lector:
Para que puedas llegar a comprender el por qué de las cosas, tan necesario, te voy a hacer un resumen de mitología.
Había una vez 3 hermanas, que nacieron de Nyx (la Noche). Su madre, ya sabéis: familia monoparental, medio desestructurada con mal turno de trabajo y en condiciones de vida reguleras: van del Hades o inframundo a veranear a cementerios y sus findes largos a Santuarios. Ya podéis haceros una idea del percal....bueno, del "parcal".
Y así, Clotos, Átropos y Láquesis son conocidas como las Parcas o Moiras: las diosas del destino.
Aunque la figura materna es algo díscola, las chicas salieron medio ordenadas, con sus funciones bien definidas.
- Clotos hila el hilo de la vida con su rueca: es la tejedora, en jerga enfermera, una híbrida entre matrona y enfermera de familia.
- Láquesis mide la longitud del hilo, determinando así la duración de la vida. Vendría a ser esa sastre, entre gestora de casos y familia con sus crónicos...
- Átropos corta el hilo de la vida en el momento de la muerte. Esta es una enfermera de paliativos, cuidados perimortem y gestora de casos en modo operativo con gestión en tres planos. La que curra de verdad.
Y con esa idea llegó Halloween, y así ideamos el disfraz: Unas parcas adolescentes, que acaban de llegar a la facultad a sacarse el grado de Moira 2...bueno, Clotos la pobre va más despacio con sus capacidades, entonces está en primero de parvulario de parca, pero no la dejamos de lado, sólo hay que acompañarla.
Más que nada porque no vuelva a pasar la que lió....estaba ella con la rueca, hilando vidas con bastante buena mano, pero en ese momento, pasó la Muerte (ese operario que tenemos contratado para rematar cuando Átropos saca la tijera), el caso es que Clotos, dispersa, se fascinó con el corte de pelo que se había hecho con la guadaña la buena Muerte, y se le fue la rueca de las manos de la manera más tonta. Se preparó un nudo de narices con la vida de un chaval...de la vergüenza, Clotos le robó a Átropos las tijeras (que como estamos en esa fase adolescente son de escolar, de punta redonda) e intentó deshacer el nudo, pero como no sabe, desde esa ignorancia lo deshilachó y lo cortó mal. Con esa maraña, hizo una bola y la tiró a un rincón del Hades: y de ahí, querido lector, nos salió el zombi, que no está ni vivo ni muerto, se hace el tonto, va medio podrido y apenas sinapta neuronas, lo justo para sacar la tarjeta black (es nuestro bolso).
A cuenta de esto, mamá se puso con la mente oscura oscura y la degradó. Por eso está Clotos en parvulario, al menos un par de siglos más.
Láquesis y yo, estamos en la Universidad de Destinys Child, en Texas. De vez en cuando , salimos de farra y preparamos alguna matanza, allí en Texas, que parece que ya están hechos a eso y no les importa tanto.
Hoy, noche de Halloween, estamos de examen final, nos presentamos a 2º de Parca, porque Láquesis se quiere ganar la vara de medir (ahora se apaña con un metro amarillo de costurera) y yo, Átropos, mataría literal por unas tijeras grandotas de los 3 claveles. Clotos se conforma con que le quiten ya la capa blanca de infantil y pase a primaria, para que le den la rueca eléctrica, que ya vale con el castigo.
Así que hemos cogido al operario (La muerte y su guadaña) y el bolso Zombi, y hemos salido a la calle a pedir óbolos y a matar, hemos leído alguna mano, en fin...lo normal.
Íbamos Láquesis y yo paseando por el Espolón y se acercó un muchachito y dijo muy amable: -¿tenéis hora?-, ¡a nosotras!¡claro! me salió al instante: "si cariño, es la hora de tu muerte". Se quedó pasmado, perdió el color y se cogió el pecho...tuvo que ir Láquesis a explicarle a quién había pedido la hora y que eran las nueve, cielo mío y que mi hermana es de matar fácil y no sé que más leches...Láquesis tiene un ojo azul de ternura, y con la pena se deja llevar y así nos va.
Encontramos también a un par de asesinos, con máscaras y cuchillos cebolleros: ¡qué decepción! Me presenté, fui a preguntarles por datos de producción, ¿Cuánto habéis matado? que nos jugamos mucho... de verdad que voy a terminar medicada: una que había matado cero, el otro 18, pero estaban medio enfermos...iban más apamplaos que nuestro zombi, con eso está todo dicho.
Los vampiros, unos irreverentes, que soy inmortal, que mato lo que quiero, que soy más de seducir. No saben que con media gota de luz los hacemos polvo, no hay ni que sacar la tijera, solo dar silencio administrativo y que pase el tiempo y se vaya mami.... de verdad.
¿Qué mundo es este? Pasaron como 10 enanos, oyes!!! poco miedo!! sólo querían que les leyésemos la mano, por nuestro perfil de decidir destinos. Los enanos todo el mundo sabe los suyos que son. Les jorobamos bien, que les auguramos que iban a crecer a un percentil 95. La próxima van a ofrecer la palma de la mano a un Troll, a ver si tienen huevos.
Luego había una convención de monjas y curas, que ni rezaban ni nada: a esos les gritamos: "¡Cristianos! Como os volvamos a ver, vais derechitos al circo!!" (es que dice Láquesis, que somos del a generación AC (antes de Cristo) y que no podemos crucificar, que es spoiler).
Al final de la noche, hicimos recuento con una pareja de demonios, a ver cuánto había caído al Inframundo, y parece ser que bien, por cómo tenía los pezones uno de ellos, que llegamos al cupo mínimo.
Fué por Laquesis, que se pasó cenando con el picante y se le fue un cuesco. Eso provocó un tifón y un derrumbe de una cueva llena de brujas y ha sido lo que nos ha salvado.
Al final, regalamos un par de hilos rojos de liantas, para emparejar, varias cabezas reducidas y dejamos labor hecha para segundo, matando a medio y largo plazo.
Los asalariados: la Muerte, los demonios, los asesinos (a esos los hemos mandado a un curso de robar, que parece que es más suave, para que se vayan rodando en el mal), los vampiros hicieron sus trabajos y tenemos bastante repleto el Hades. Mamá orgullosa, nos dijo entre tequifresa y tequifresa.
Así que queridos lectores, nos vemos el año que viene, con todos nuestros avíos de verdad, los dos ojos en blanco y la capa negra multifunción.





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