EsParaTraposdePapel

Historias basadas en hechos reales... e irreales.
Cualquier parecido con la realidad, es fruto de la ficción, de la fricción o de la mente mental.
Aquí , a veces, se rompe la netiqueta sobre la ironía, este blog no derrocha ironía... supura ironía.
El resto de reglas de netiqueta, valen.....de momento.
Y si no te gusta, no te nervies, que es para trapos de papel.

7 de abril de 2020

Historietas de los tiempos del Covid: domicilios y vermús

  Al final, si juntamos varias circunstancias se desatan acontecimientos  que sacados de contexto rayan lo surrealista y distópico. Pues uno de esos aconteceres os voy a contar hoy.
  Pero antes, felicitar a todo el mundo porque hoy es el día mundial de la salud, y por la salud emocional os escribo.
  Las circunstancias son: coronavirus, confinamiento, atención a domicilio, espacios y medidas de protección individual...ah! y domingo y teletrabajo.
 
No se si sabéis, que cuando vamos a atender a las personas a sus domicilios, vamos con el EPI, ese traje con guantes, pantalla, patucos (a mi edad y con patucos, con todos los que tenía de mis hijos tejidos por adorables mujeres!!!) y no se si me falta algún complemento más: ah! si! leche! la mascarilla (esto da para otra entrada, lo de las mascarillas). Bien, vamos a la casa, atendemos a la persona que lo necesite y salimos. Ya, dependiendo de la vivienda, te quitas casitodo el andamiaje en el descansillo, o en el jardín, o en la calle. Esto es un proceso, queridos, ordenado, por pasos que hay que hacer de manera muy precisa y quirúrgica, para no contaminar nada que no se deba y dejar al bicho, si ha habido contacto encerrado entre esos complementos y darle luego el debido matarile (esto da para otra entrada, lo del TOC con la lejía y todo lo demás).
Imagina, morrete: domingo, doce de la mañana, confinamiento, hora del vermouth, nos avisan para ir a un aviso domiciliario. Calle estrecha, nos bajamos el médico y yo del taxi, ya trajeados para la ocasión; ahi ya se oía un "musicote" -palabras de mi compañero, musicote con k, presupongo, pero mi religión me lo impide- bien alto, con varios vecinos, vino, cerveza, aceitunas en mano, asomados a sus balcones y ventanas, una niña preciosa, rubia, ondeaba un dibujo de un arcoiris al viento, en fin, y miraban a este par de marcianos plastificados que entraban a la casa de los vecinos. El del musicote, un DJ teletrabajando de cara a la comunidad, un abrazo virtual para él y el vecindario.
  Atendida la persona, salimos a la calle y empezamos a retirarnos la indumentaria, siguiendo los pasos pertinentes, pim pam pum...empezó a sonar Shakira, Carlos  y su bicicleta. Todo sea que los vecinos estaban viniéndose arriba, empezaron a aplaudirnos, a jalearnos, a animarnos, con vivas,"aúpa los sanitarios", "sois nuestros héroes, joder", "valientes",...en fin, la verdad es que da un subidón tremendo sentirse así de valorado y estimado,...y más si te estás desnudando en medio de la calle, sin nocturnidad y con alevosía, a esta edad, chico!, ahora se cómo se sienten las macizorras de los bares de las Vegas, pero en vez de al tanga, voy a ofrecer la opción de que dejen los billetes en la mascarilla, previo "flisflis" con agua de lejía, claro!
  Le dije a mi partenaire, si bailamos un poco, se viene la calle abajo, pero preferimos no liarla más.
  Es la primera vez que me desnudo con tanto público, tan entregado y tan feliz, mi autoestima está hasta arriba en esta mujer expansiva, como bien saben. Quedo en deuda con ellos forever and ever.
  La próxima será bailada, lo juro por la OMS y sus muchachos, sobretodo si me ponen a Joe Cocker, y al ritmo del "hat on" me desato el mandil, ¡ay madre!

26 de marzo de 2020

Aplaudir en los tiempos del cólera...de la cólera...del covid.

  Hace ya unas tardes, que a las 20:00 horas, los equipos de salud (que incluyen muchísimas profesiones) salimos a aplaudir y a recibir aplausos a las salidas de nuestros centros de trabajo. Hay algunas personas que están criticando este hecho aludiendo a que estamos haciendo nuestro trabajo y no hay por qué recibir ovación por ello: tienen razón. Pero esta cita de las 20:00, puede ser vista desde más crisoles, desde más dimensiones, y os voy a explicar, preciosidades, por qué, si se puede, pienso que debemos seguir saliendo....o bueno, os voy a decir  por qué yo he salido hasta ahora y creo que es una muy buena idea.

Los que me conocéis o los que me habéis visto, sabéis que yo, vergüenza tengo poca...por eso salgo, por los que se mueren de vergüenza. Y que burra soy un rato también...
  Salgo por los que no pueden salir, por tí, compañera de UCI que ves cómo se te amontona el trabajo de los afortunados que están bajo tus cuidados. Salgo por mi amiga de urgencias que corre sudando, asfixiada bajo un traje de protección de un paciente a otro, intentando hacer mil cosas a la vez, aguantando con vida pacientes que deberían estar ingresados y recibiendo a otros que llegan desde las ambulancias muy justitos. Salgo por la compañera de la ambulancia que ve cómo en ese espacio hiperreducido, casi sin aire, hay que compartirlo con mil virus más y que su puesto de trabajo, se va a tener que inutilizar durante un tiempo de oro para desinfectar y poder trasladar a otra persona,cubrir una zona amplísima que ahora mismo está desatendida.  Salgo por la que trabajando cuidando de otros en la planta, cogiendo la mano enguantada del padre de alguien que se despide de la vida sin un familiar que le acompañe, y por la que no pudo cuidar de los suyos en el final de sus días por combatir esta pandemia.
   Salgo por la gestora que empieza con reuniones desde las 8 hasta las 23 horas, mil llamadas de por medio, papeles, incidencias, explicaciones con un teléfono que se le derrite en la oreja. Compañeras que llaman desesperadas pidiendo recursos materiales, humanos...la goma se estira mucho, hay que sacar de donde no hay, otra aclaración al protocolo, ir , venir, tornar, escuchar, escuchar, hablar, decidir,...por tí salgo también. La jefa que va a la planta a preparar EPIs, a ver que sus compañeras coman, estén bien, proveerles, proporcionarles consuelo,la que obliga a marcharse a casa a la que está agotada con fiebre, la que no tiene energía ni para pedir  ayuda, por tí salgo...y salgo por esos ángeles invisibles, con sus vehículos mágicos, que a golpe de spray de clorinosequé o de lejía rebajada, se enfundan en traje y limpian meticulosamente cada milímetro: las mujeres (esa mayoría femenina) que nos limpian los centros y unidades sanitarias. También salgo por los que están en sus sillones, sillas o asientos, elaborando protocolos, buscando documentos, investigando, estudiando, para aportar esa evidencia que dispare luz sobre todo este infierno coronado.
 No se si son bastantes razones, pero os voy a dar una, que es la más importante: Salimos porque la ciudadanía necesita que salgamos. El encierro es difícil, cada uno de los que estáis leyendo ahora tiene su vida con sus circunstancias, que sólo el o ella es el que mejor se conoce.
Pues por tí salimos, porque te superas a tí mismo en tu lucha personal, y eso merece un aplauso.
Y te queremos dar ánimo y fuerzas, a ti, que tienes a tus hijos detrás desesperados por ir a jugar, ...a tí que tienes a un familiar positivo y no sabes, porque no puedes ir, cómo estará...o a tí que te han hecho un ERTE y tu futuro se ve negro, se aclarará... a tí que estás combatiendo al covid dentro de tu cuerpo, te duele hasta el alma, a tí te aplaudimos para que sepas que pronto mejorarás y que hay mucha gente que te quiere, que piensa en tí, que te envía energía positiva y apoyo desde la distancia para que te repongas ,...a tí que tienes pánico a haberte infectado, o a haber infectado a alguien, no te preocupes, te has lavado las manos, no te has tocado la cara, vas bien... Salimos por tí, que se te hacen las cuatro paredes pequeñas, que tienes crisis de ansiedad, que piensas que no puedes más: pues sí puedes y te damos ánimos y confianza, vamos a por un día más, despacio, poco a poco.
 Salimos por ti, que ayer llamaste al centro de salud para decirnos que te había dado mucho ánimo nuestra salida de ayer: el ver que estamos ahí, y que te aplaudimos te dió fuerzas, ánimo y esperanza...No te preocupes, que vamos a seguir saliendo, que vamos a salir siempre que podamos y nos dejen las circunstancias.
Y saldremos unos cuantos: técnicos, conductores, TCAEs, celadores, enfermeras, limpiadoras, médicos, fisios...y nuestros apoyos de seguridad, protección civil, policia, etc... y los que no puedan, por ellos saldremos también a dar ánimo y aplaudir.
Somos profesionales del cuidado y cuidamos en todas las esferas. Con el confinamiento, le estamos dando mucha importancia a la esfera bío... saliendo a saludar se produce un intercambio, un feedback de lo psicosocial dentro del aislamiento, que me apuesto todos mis amarracos a que son más que beneficiosos.
Ayer, un niño destrozaba a cucharazos una cacerola animando por la ventana (cuando termine esto tendrá que comprar otra: inversión) y nosotros, cansados tras una guardia densa, trabajando bajo mucha incertidumbre e impotencia, los silbidos de la señora de al lado y los aplausos de los de enfrente, pues ayudaron un poco a que esta noche hayamos podido dormir un poco más felices.
Somos un equipo enorme, debemos funcionar como tal.
 Los equipos de baloncesto, antes del partido se juntan , en los tiempos muertos también, hablan, deciden y se dan ánimos. Pues a las 20 horas, hay un tiempo muerto en el que todos y todas los que podamos deberíamos darnos ánimos.
Así que esta berraca, hasta que se rompa los brazos, saldrá con sus compis, ni lo duden. Esta es la verdadera visibilidad, su finalidad, el verdadero nursing now, es nuestro ahora. Si yo caigo, tú te levantas y me levantas, así es. Esta, queridos y queridas es la AP digna, la atención primaria digna también.